Percy Phillips operaba un estudio llamado Phillips' Sound Recording Services en la avenida Kensington, en Liverpool. Los actores de Liverpool Playhouse lo usaban para grabar poemas y canciones. Cuando Harrison escuchó hablar por primera vez de este estudio, Phillips ya había pasado los sesenta años.
The Quarrymen reservó el estudio, pero cuando Lennon, McCartney, Harrison, Lowe y Hanton llegaron, se sorprendieron de cuán pequeño y técnicamente primario era el lugar, que poseía sólo un micrófono en el centro de la habitación.Phillips les demandó que pagaran por adelantado la grabación, por lo que cada integrante pagó tres chelines y seis peniques, pero luego les pidió un pago extra para hacer la transferencia de las cintas analógicas al disco de vinilo, pero debido a que eso era demasiado costoso, la grabación se efectuó directamente sobre este último formato.
El tema elegido para ser grabado fue "That'll Be the Day", pero Lennon y McCartney no lograban ponerse de acuerdo a la hora de elegir un tema para que fuera el lado B. Luego de grabar la canción escogida, Phillips quiso que la banda grabara otra canción inmediatamente. Pese a que solicitaron tiempo para ensayar, Phillips se negó, argumentando que "no estarán aquí todo el día". McCartney sugirió "In Spite of All the Danger", aunque Lowe y Hanton nunca la habían escuchado antes. Lowe y Hanton se las arreglaron para tocar sus instrumentos durante la canción, y Phillips les otorgó un frágil disco, que la banda le prestaría a sus amigos más tarde. No fue hasta 1981 que Lowe lo encontró y se lo vendió a McCartney.
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